ORACIONES VARIAS
ORACIONES PARA ESTOS TIEMPOS
“En tu Divina Voluntad, Señor, extiendo hoy la unción de San Miguel Arcángel sobre mi familia y el mundo entero y con el Poder de Tu Sangre Preciosa, protégenos Señor, de todo mal y peligro, del alma y del cuerpo, e inúndanos con Tu Amor para ser transformados en Ti, mi Señor” Amén
"Descended Señor desde el Cielo y dad paso al Corazón de los que aman Tu Voluntad. Apacigua hoy y siempre el corazón inquieto. Muéstranos el camino, danos la fuerza de Tu Espíritu para seguirlo y cuando ya todo haya pasado, danos la salvación eterna. Bendito sea para siempre el nombre del Señor. Su Santísima Madre y madre nuestra, todos los arcángeles, ángeles y santos del Cielo, intercedan ellos por nuestra salvación". Amén.
Oraciones
OREMOS
ORACIÒN DEL PADRE NUESTRO :
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
AVE MARÌA
Dios te salve María
llena eres de gracia
el Señor es contigo
bendita eres entre todas la mujeres
y bendito el fruto de tu vientre Jesús
Santa María, madre de Dios
ruega por nosotros
los pecadores
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
CREDO Misterios Gozosos: Los misterios gozosos se rezan los lunes y sábados. Los misterios dolorosos se rezan los martes y viernes. Los misterios de la Luz se rezan los jueves. Los misterios gloriosos se rezan los miércoles y domingos. Si no es necesario tener entre las manos el rosario propiamente dicho bendecido o no, para rezar el Rosario, es indispensable que esta oración no sea una simple repetición mecánica de una misma fórmula, sino una especie de meditación en la cual las mismas palabras repetidas sean como el ritmo de la respiración, una manera de expresar su devoción. La tradición dice que el rosario fue entregado por la Virgen a Santo Domingo, pero que corresponde al celo con que los dominicos han propagado esta costumbre de rezar el rosario en público o particularmente.
Creo en un solo Dios,
Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un Solo Señor Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros los hombres, bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de maría la Virgen, y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato,
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia,
que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro.
Amén.
GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como en un principio ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
EL SANTO ROSARIO
Llamábase chapels en la Edad Media a las guirnaldas de flores trenzadas en primavera que gustaban de ponerse en la cabeza como adorno, o con las que decoraban los altares. En el siglo XIII, el uso se extendió, bajo la influencia de la Orden de Santo Domingo, y se trenzaba así, en honor de la Virgen, una guirnalda mística que se llamó Rosario (chapelet). Cada parte se compone de un Padrenuestro seguido de diez Avemarías. Para enumerarlos con más facilidad se usaban granos ensartados en un cordón, y muy pronto se usó el rosario tal como lo usamos hoy, es decir, series de cuentas más o menos ricas y generalmente ensartadas en una cadena. En el siglo XIII, los fabricantes de rosarios, llamados entonces en Francia "patenôtres" (palabra derivada de Pater noster), eran tan numerosos que algunos de ellos se reservaban la fabricación de rosarios de coral; tanto es así que había un oficio o corporación de los paternôtries de corail.
Cada decena del rosario evoca uno de los misterios de la vida de la Virgen y de Cristo, agrupados en cuatro partes:
La Anunciación
La Visitación
La Navidad
La Purificación del Niño Jesús
El Niño perdido y hallado en el Templo.
Misterios Dolorosos:
La Oración en el Huerto de los Olivos
La Flagelación del Señor
La Coronación de espinas
Jesús con la Cruz acuestas
La Crucifixión
Misterios Gloriosos:
La Resurrección del Señor
La Ascensión del Señor a los cielos
La Venida del Espíritu Santo
La Asunción de Nuestra Señora
La Coronación de María Santísima.
Misterios de la Luz:
Bautismo de Jesús en el Jordán
Su autorrevelación en las bodas de Caná
Su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión
Su Transfiguración
Institución de la Eucaristía, expresión sacramental del misterio pascual
El conjunto de cinco decenas evocando uno de los misterios constituye una parte del rosario. Los cuatro misterios reunidos, o sea veinte decenas, forman el Rosario.
ORACIÓN MISIONERA VETERO
Señor, somos Misioneros Véteros,
tu granito de mostaza,
la pequeñez de Santa Teresita de Jesús,
la predicación de la humildad de San Francisco de Asís,
somos una fuerza débil pérdida en el universo,
pero poderosa en Ti, Señor.
Tú eres nuestra grandeza,
Tú eres la energía a nuestra debilidad;
haznos crecer en tu amor, haznos santos
y ayúdanos a iluminarnos para ayudar a los pobres
y Bendecir a los que nos persiguen.
Danos alegría en nuestras enfermedades,
comprensión ante el fracaso
y un corazón tan grande
que aún a nuestros enemigos los llevemos en ÉL.
Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
ORACIÒN DE SAN FRANCISCO DE ASIS :
Oremos (Con los brazos extendidos al cielo)
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Que allí donde haya odio, yo ponga el amor.
Que allí donde haya ofensa, yo ponga el perdón.
Que allí donde haya discordia, yo ponga la unión.
Que allí donde haya error, yo ponga la verdad.
Que allí donde haya duda, yo ponga la Fe.
Que allí donde haya desesperación, yo ponga la esperanza.
Que allí donde haya tinieblas, yo ponga la luz.
Que allí donde haya tristeza, yo ponga la alegría.
Oh Señor, que yo no busque tanto
ser consolado, cuanto consolar,
ser comprendido, cuanto comprender,
ser amado, cuanto amar.
Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.
Por Jesucristo Nuestro señor. Amén.